Ahora que los días van siendo cada vez más largos y el calor ya está llamando de nuevo a nuestras puertas me paro a pensar, y aunque probablemente este no haya sido el mejor invierno de mi vida si que ha sido el que más me ha hecho aprender. De hecho he aprendido que las personas van y vienen de tu vida, que hay que saber quien merece tu confianza y quien no, que los para siempre suelen convertirse en un "para un tiempo".Que lo que nunca piensas que te va ocurrir te ocurre y hay que saberlo llevar.
Cuando somos jóvenes tendemos a sentirnos eternos, pero nuestros grandes se marchan , no van a estar para vernos crecer.
De igual forma, me he dado cuenta que la vida puede cambiarte en un instante con una simple decisión, que no es bueno acostumbrarse a nada y que no hay que obligar a nadie a permanecer en tu vida. Todo ocurre por alguna razón , aunque pensemos que no.
Las cosas, las personas, los sentimientos cambian pero lo que está destinado a ser de una forma tarde o temprano lo será. Sólo espero poner en práctica en esta nueva etapa de mi vida todo lo que en este tiempo he ido aprendiendo, y sobre todo espero no equivocarme en cuanto decisiones y personas.